Un hecho de inseguridad conmocionó este fin de semana largo a los vecinos de un edificio ubicado en Santa Fe al 900, en Barrio Norte de la capital tucumana, después de que delincuentes ingresaran a cuatro departamentos y se llevaran dinero y joyas.
Las primeras averiguaciones policiales arrojaron que al menos dos personas ingresaron, aparentemente, sin violentar ninguna de las dos puertas de acceso al edificio, entre las 14 y las 16 del lunes.
Como era feriado, los delincuentes aprovecharon la poca circulación en la zona y rompieron las puertas de dos departamentos del quinto piso y luego entraron, sin violencia, a otros dos del séptimo.
Según explicaron residentes a los investigadores, no hubo indicios durante la siesta de que estaban siendo víctimas de un ataque, ya que no se escucharon ruidos ni timbres, que habitualmente los delincuentes hacen sonar para descubrir qué lugares están deshabitados.
Todos estos indicios abonan la teoría de que el ataque pudo haber sido premeditado y estudiado con antelación y que los malvivientes contaban con información precisa.
No se descarta que en las próximas horas puedan surgir más pistas sobre el, hasta ahora, misterioso robo que ocurrió a pocos metros de la Brigada de Investigaciones y a dos cuadras de la sede local de la Policía Federal.